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En qué consiste la reestructuración de una deuda

reestructuración de una deuda

Afrontar dificultades de pago no es nada extraño. Los problemas de liquidez pueden afectar tanto a los particulares como a las empresas, y existen para ellos soluciones tan efectivas como lo es la reestructuración de deuda.

Si la capacidad de pago está en entredicho, hacer ajustes con respecto a las deudas permite restaurar la estabilidad financiera y garantiza la viabilidad del pago a largo plazo.

Qué es una reestructuración de deuda

La reestructuración de deudas es un proceso financiero que consiste en realizar cambios en los términos y condiciones relacionados con una deuda preexistente. El objetivo es adaptar las condiciones de pago a la situación económica actual del cliente.

La reestructuración es fruto de una negociación entre el cliente y el acreedor, y a través de ella se pueden ajustar las condiciones previamente definidas sobre:

  • Importe de la deuda. Se pueden aplicar quitas que rebajan la cantidad debida.

  • El tipo de interés. Se puede rebajar para que la cuota mensual a pagar sea inferior.

  • El método de amortización. Es posible hacer cambios en los métodos de pago. Por ejemplo, dar un período de carencia en el que solo se abonen intereses o capital.

  • La frecuencia de amortización. Ampliando el plazo de amortización, se consigue que la letra mensual pueda ser un poco más baja.

Es un procedimiento que resulta beneficioso para ambas partes. Para el cliente, porque podrá seguir haciendo frente al pago de la deuda en unas condiciones en las que esto le resulta más sencillo. Para el acreedor, porque tiene una mayor seguridad en que va a cobrar lo que se le debe y no tendrá que recurrir a un procedimiento judicial para satisfacer su crédito.

En el caso del cliente, este debe pensar en la reestructuración de deuda cuando vea que se aproxima o que ya está en una situación financiera y económica complicada, en la que existe un alto riesgo de que no pueda pagar si no se realizan ajustes con respecto a lo debido.

Cuál es la diferencia entre refinanciar y reestructurar una deuda

Cuando reestructuras una deuda, ésta continúa siendo la misma que contrajiste en su momento, solo cambian los términos y condiciones aplicables al pago. En cambio, en una refinanciación, la deuda original desaparece y surge otra.

En la refinanciación, el cliente contrae un nuevo préstamo con el que cancela todas sus deudas pendientes. De esta manera, se queda con una única deuda. Esto implica que a largo plazo debería pagar menos intereses que si se hubiera quedado con el conjunto de obligaciones que tenía antes, y también que contará con un plazo de amortización más amplio.

La elección entre reestructuración o refinanciación depende de la situación en la que se encuentre el cliente. Si su situación económica es especialmente complicada, será difícil que pueda cumplir los requisitos para acceder a un nuevo préstamo con el que refinanciar sus deudas. En casos como este, la reestructuración es la opción más adecuada.

Cómo reestructurar una deuda

La propuesta de reestructuración puede partir del cliente o del acreedor que está comprobando que la otra parte tiene problemas de pago.

El acreedor, que es la parte cuyo derecho de cobro se está viendo afectado, propondrá un nuevo acuerdo con términos y condiciones diferentes a los pactados en un primer momento. Si es el cliente el que presenta una propuesta, esta será examinada por el acreedor, que podrá aceptarla o rechazarla.

Con frecuencia, los términos propuestos por una sola de las partes no terminan de convencer del todo a la otra. La mejor manera de evitar conflictos y que el proceso se alargue más de lo necesario, es entablar un proceso de negociación.

En este punto, es esencial que el acreedor esté debidamente informado sobre la situación económica real del cliente, ya que solo así podrá ofrecer unas condiciones de pago que su cliente pueda cumplir.

Otro requisito esencial es que exista buena fe por ambas partes. Que estén dispuestas a negociar y sean conscientes de que ninguna de ellas va a ver satisfechas sus expectativas al 100 %. Llegar a un acuerdo requiere hacer concesiones que pueden ser más o menos importantes.

En todo caso, una vez que se ha llegado a un punto de común entendimiento, es imprescindible que lo pactado quede recogido por escrito en un documento que será firmado en todas sus hojas por el acreedor y el cliente. A partir de ese momento, la deuda queda reestructurada y los términos y condiciones aplicables son los recogidos en el documento firmado.

 

Si necesitas más información sobre cómo reestructurar una deuda, en nuestro equipo de expertos estamos dispuestos a ayudarte en todo lo necesario.

 

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