En el sector inmobiliario los pagos se pueden convertir en un problema. De ahí la importancia de conocer los plazos y los procedimientos legales a los que se puede recurrir para reclamar una deuda con éxito.
Cómo reclamar una deuda relacionada con activos inmobiliarios
En el ámbito inmobiliario las obligaciones de pago pendientes pueden derivar de: hipotecas no satisfechas, alquileres impagados, rentas periódicas no cobradas o préstamos privados con garantía inmobiliaria.
Antes de iniciar un procedimiento judicial es recomendable agotar las vías amistosas. Entre las más efectivas se encuentran:
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Contacto directo con el deudor.
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Mediación o negociación extrajudicial para intentar llegar a un acuerdo.
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Notificación fehaciente de la reclamación del pago a través de medios como un burofax o un correo certificado.
En muchas ocasiones, este tipo de acciones son suficientes para que el deudor sea consciente de que puede tener un problema legal si no cumple con su obligación y lleve a cabo el pago.
En cualquier caso, de cara a una posible reclamación, es importante tener preparada la documentación que acredita que existe un crédito pendiente: contrato o título del que deriva la deuda; justificantes de que no se ha recibido el pago y comunicaciones realizadas al deudor.
Plazos legales para reclamar una deuda
Es normal que el acreedor se plantee cuestiones como "¿cuánto tiempo hay para reclamar una deuda?" o "¿hasta cuándo se puede reclamar una deuda?". La ley establece diferente plazo para reclamar una deuda en función de su naturaleza.
Hipotecas
Según el artículo 1964 del Código Civil, el plazo es de 20 años. Si no se reclama a tiempo, se pierde el derecho a exigir el pago o a ejecutar la hipoteca.
Alquileres impagados
El propietario del inmueble tiene un plazo de cinco años para reclamar, que es el plazo general establecido en el Código Civil para las obligaciones derivadas de contrato. Agotado ese tiempo, el arrendador ya no puede exigir judicialmente el pago, la deuda ha prescrito.
Préstamos privados
Se aplica el mismo precepto legal que en el caso anterior y el plazo es también de cinco años. No obstante, se puede pactar expresamente otra cosa o aplicar otro régimen específico si así lo deciden las partes implicadas.
El plazo para reclamar una deuda de este tipo empieza a contar desde que la misma es exigible. Es decir, desde que se produce el impago.
Estos plazos son de prescripción y se pueden interrumpir. Si dentro de los mismos el acreedor reclama el pago de forma fehaciente al deudor, el lapso temporal comienza a contar de nuevo desde cero. Esto hace que, en la práctica, si se tiene la previsión de reclamar, la deuda permanezca activa durante todo el tiempo que sea necesario hasta conseguir su pago.
Entre los actos que interrumpen la prescripción se encuentran: el envío de un requerimiento de pago, la interposición de una demanda judicial y el reconocimiento expreso o presunto de la deuda por parte del deudor.
Recomendaciones para una recuperación rápida y efectiva
Para aumentar las posibilidades de cobrar una deuda relacionada con activos inmobiliarios, es fundamental actuar con rapidez y tener una buena estrategia.
Actuar con diligencia
Cuando se trata de cómo reclamar una deuda, hay que tener muy presente el tiempo, porque este juega en contra del acreedor. No solo hay que prestar atención al plazo de prescripción, también es importante valorar que, cuanto más tiempo se tarda en reclamar, más posibilidades existen de que el deudor acabe en una situación de insolvencia, e incluso de que desaparezca.
Actuar desde los primeros momentos del impago permite abrir vías de negociación temprana, e incluso resolver el problema sin acudir a los tribunales.
Documentación completa y bien organizada
A la hora de reclamar judicialmente, un expediente bien documentado y organizado puede agilizar el proceso. Por eso, se recomienda tener recopilados todos los documentos que acrediten la relación jurídica y justifiquen la deuda.
La claridad y la solidez documental refuerzan la posición procesal de quien reclama, a la vez que facilita el trabajo de abogados y jueces.
Agotar las vías amistosas
Siempre es conveniente intentar el diálogo antes de emprender la vía judicial. Esto puede ahorrar tiempo, costes y evita las tensiones personales entre acreedor y deudor derivadas de la interposición de una demanda. Pero incluso para hacer una reclamación extrajudicial se aconseja contar con asesoramiento legal de expertos para no cometer errores.
Acudir a profesionales especializados
Contar con el apoyo de especialistas en reclamaciones inmobiliarias puede marcar la diferencia. En Activa Legal te ofrecemos la posibilidad de externalizar la gestión del cobro de manera profesional, desde la redacción de requerimientos hasta la representación judicial. Contar con profesionales es la mejor manera de afrontar un procedimiento legal de este tipo con total tranquilidad.
Reclamar una deuda de manera efectiva y a tiempo es fundamental para conseguir cobrarla lo antes posible. Si necesitas ayuda especializada, en Activa Legal estamos a tu disposición.