La irrupción de la inteligencia artificial en el sector legal está cambiando de forma profunda la manera en la que los abogados afrontan las tareas propias de su día a día. Permitiendo la automatización de ciertas tareas y liberando tiempo de los profesionales para dedicarlo a las tareas de mayor valor añadido, como la atención personalizada a los clientes y la preparación de los procesos judiciales.
Aplicaciones de la IA en la abogacía
Tanto los despachos de abogados grandes como los pequeños están adoptando ya la IA para llevar a cabo múltiples procesos.
En el campo de la gestión de la documentación, la inteligencia artificial en el sector legal ayuda a automatizar la revisión y organización de grandes volúmenes de documentos legales. Una tarea que, realizada por humanos, lleva mucho tiempo y es susceptible de errores. En cambio, la tecnología es capaz de hacer este trabajo de forma más rápida y efectiva.
También se está empleando para automatizar procesos legales, encargándose de tareas repetitivas y tediosas como la elaboración de contratos.
Una de las aplicaciones más efectivas de esta nueva tecnología es el análisis predictivo de casos. Se trata de poner a la herramienta a analizar datos históricos de casos similares para que prediga el resultado de un caso actual. De esta forma, los abogados pueden tomar decisiones mejor informadas y diseñar estrategias legales que acaben siendo más efectivas.
La investigación legal no queda fuera del campo de actuación de la inteligencia artificial, puesto que esta es capaz de rastrear de forma rápida jurisprudencia, leyes y la regulación más relevante para un caso concreto. Esto ahorra a los especialistas un tiempo muy valioso y les garantiza que siempre tienen a mano información relevante para hacer su trabajo.
La atención al cliente es algo prioritario en el sector legal, y la IA también es una buena aliada en este campo. Por eso, cada vez es más habitual que los despachos de abogados cuenten con chatbots encargados de responder las dudas frecuentes de los clientes, programar citas y proporcionar información general sobre los asuntos legales.
Una transformación imparable
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse y está transformando la forma en la que se trabaja en los despachos de abogados.
Al encargarse de tareas tediosas y rutinarias, consigue optimizar el tiempo de trabajo de los especialistas, que ahora pueden dedicar una mayor parte de su jornada a la preparación de sus casos. Además, tienen la confianza de que la información con la que están trabajando es veraz y está actualizada, y saben que sus clientes están lo mejor atendidos posible.
El resultado son despachos de abogados que trabajan de forma más eficiente y que están en disposición de ser más competitivos, con independencia de su tamaño.
Desafíos éticos e implicaciones del uso de la inteligencia artificial en el sector legal
Esta tecnología reporta importantes beneficios, pero también implica una serie de desafíos éticos y consideraciones legales que hay que tener presentes a fin de hacer un uso responsable y justo de la misma.
Uno de los desafíos más importantes que hay que superar son los sesgos algorítmicos. La tecnología no es 100% precisa en todos los casos y sus respuestas pueden perpetuar los sesgos que están presentes en los datos con los que ha sido entrenada, lo que puede llevar a decisiones injustas o discriminatorias.
Por otro lado, esta herramienta es capaz de manejar grandes cantidades de información confidencial de clientes. De manera que garantizar la privacidad y la protección de esos datos se convierte en todo un desafío en el que hay que trabajar de forma continua, porque los ciberdelincuentes que desean hacerse con esa información siempre van un paso por delante.
Usar herramientas de última generación como la IA mejora el trabajo de los abogados, pero no se puede dejar de lado la responsabilidad de estos, e incluso la de los desarrolladores de la tecnología, si se producen errores o resultados no deseados producidos por ella.
Los abogados, además, deben ser buenos conocedores de cómo funciona la tecnología que están utilizando. Porque tienen que ser capaces de explicar adecuadamente a sus clientes cómo van a utilizarla para ayudarles en los procesos legales de los que son parte.
La IA está transformando el trabajo en muchos ámbitos, y el uso de la inteligencia artificial en el sector legal se vuelve cada vez más habitual y avanza día tras día. En este sentido, es imprescindible que los despachos de abogados no se queden atrás y se mantengan actualizados sobre lo que implica utilizar esta tecnología.
Pero sin olvidar en ningún caso los desafíos éticos y las implicaciones legales que puede suponer. Porque, al final, lo importante es garantizar un uso responsable y justo de la misma.