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¿Cómo prepararte para comprar tu primera casa? Consejos prácticos

comprar tu primera casa

Debes de tener en cuenta que la compra de tu primera casa es un paso muy importante, ya que conlleva un gran desembolso económico. No obstante, con la planificación correcta, puedes convertir este reto en realidad convirtiéndote en el propietario de una vivienda. A continuación, te proporcionamos algunos consejos prácticos para asistirte en la preparación financiera para este momento.

 

Evalúa tu salud financiera actual

Antes de pensar en comprar una vivienda, es crucial comprender tu situación financiera actual. Esto implica revisar tus ingresos, tus gastos, tu deuda y tu scoring de crédito.

Revisa tu scoring de crédito: Mantener una buena calificación crediticia es crucial para asegurarte tasas de interés más favorables en tu hipoteca. Obtén un reporte de crédito y verifica si hay errores que puedas corregir para mejorar tu patrimonio.

Analiza tus deudas: La relación entre tus deudas y tu ingreso (DTI) juega un papel fundamental en la cantidad que los prestamistas te permitirán pedir prestado. Reducir esta proporción puede ayudarte a calificar para un préstamo hipotecario mejor y más grande.

Presupuesto detallado: Elabora un presupuesto que contemple todos tus gastos mensuales. Esto no solo te permitirá gestionar mejor tus finanzas, sino también identificar áreas donde podrías incrementar tus ahorros destinados a la compra de tu vivienda.



Ahorra para el pago inicial

El pago inicial es probablemente una de las partes más significativas en la compra de una vivienda. Según el tipo de préstamo, podrías necesitar entre el 3% y el 20% del valor de compra del inmueble. También existe financiación del 100% para jóvenes y otras casuísticas, que no solo existen para los impuestos de compra, sino que dependen de cada comunidad y de cómo se gestione.

 

Establece una meta de ahorro: Determina la cantidad que necesitas ahorrar para el pago inicial de la hipoteca, además de tener en cuenta los costes de cierre y otros gastos asociados a la compra.También debes contemplar otros gastos como dar de alta los suministros básicos (electricidad, agua, gas), el acondicionamiento del inmueble para que se adapte a tus necesidades y posiblemente los costos de mobiliario y la decoración.

 

No te olvides de seguir ahorrando: Configura una transferencia automática a una cuenta de ahorros dedicada para la adquisición de tu vivienda. Este ejercicio te permite mantener un hábito constante de ahorro sin tener que realizar esfuerzos adicionales, ya que aseguras que una parte de tus ingresos se destine directamente a tu meta de adquisición de vivienda, lo que te ayuda a mantener el enfoque y la disciplina financiera necesaria para alcanzar tu objetivo.

 

Explora programas de asistencia: Muchas ciudades CCAA ofrecen programas de ayuda para compradores de vivienda por primera vez, que pueden incluir subsidios o préstamos sin intereses para el pago inicial. 

 

La Junta de Andalucía ofrece un programa para personas físicas mayores de edad hasta 35 años, con el fin de facilitar la financiación para el acceso a su primera vivienda en régimen de propiedad. Las garantías se concederán por un importe de hasta el 15% del precio de referencia de la vivienda, una vez la entidad bancaria haya aprobado la hipoteca del 80%; de tal forma que la financiación total del coste de la vivienda pueda alcanzar hasta el 95% del mismo.



Comprende y presupuesta los costes adicionales

A la hora de comprar una casa, el precio de compra no es lo único que nos va a afectar, también hay que tener en cuenta los costes adicionales para evitar sorpresas inesperadas.

Mantenimiento y reparaciones: Como propietario, tendrás la responsabilidad del mantenimiento y las reparaciones necesarias. Es aconsejable presupuestar al menos el 1% del valor de la casa anualmente para estos gastos.

Impuestos y seguros: No olvides incluir en tu presupuesto los impuestos sobre la propiedad y el seguro de la vivienda. Es fundamental considerar no solo los impuestos derivados de la compra, como el impuesto de transmisiones patrimoniales o el IVA, sino también otros costos recurrentes como el IBI y las cuotas de la comunidad de propietarios. Estos gastos pueden variar significativamente según la ubicación y el tipo de propiedad que elijas. Además, es crucial incluir el costo del seguro de la vivienda, que te proporcionará protección financiera en caso de daños estructurales, robos u otros eventos adversos.

 

Pre-calificación y pre-aprobación para un préstamo hipotecario

Antes de comenzar a buscar una casa, es recomendable obtener una precalificación y preaprobación por parte de una entidad financiera. Esto te proporcionará una mejor comprensión de cuánto puedes solicitar prestado y además demostrará a los vendedores tu compromiso serio como comprador.

Pre-calificación: Es un proceso rápido que proporciona una estimación de cuánta cantidad podrías solicitar prestada en base a tu información financiera no verificada.

Pre-aprobación: Implica una verificación más profunda de tu historial crediticio y situación financiera. Obtener un compromiso de préstamo preliminar por parte de un prestamista puede fortalecer tu posición durante las negociaciones con los vendedores, demostrando que estás financieramente preparado para  realizar la compra.



Elige el tipo de hipoteca adecuado 

Existen varios tipos de hipotecas disponibles, y elegir la correcta depende de tu situación financiera y tus planes a largo plazo.

Hipoteca fija, mixta o variable: En el caso de elegir la hipoteca fija, se mantiene el mismo interés durante la vida de la hipoteca, lo que proporciona estabilidad en tus pagos mensuales. Una hipoteca de tasa mixta puede tener tasas más bajas inicialmente, pero el interés puede aumentar significativamente con el tiempo, lo que podría verse reflejado en tus finanzas. 

Plazo del préstamo: Las hipotecas más comunes suelen tener plazos de 15 o 30 años. Optar por un plazo más corto generalmente implica tasas de interés más bajas y un pago total menor en intereses, pero también se traduce en pagos mensuales más altos.



Mantén la flexibilidad financiera

Para dar el paso de realizar una compra de un activo, es fundamental mantener cierta flexibilidad financiera. Evita agotar todos tus ahorros en el pago inicial y los costes de cierre. Te recomendamos contar con un fondo de emergencia para cubrir gastos imprevistos o adaptarte a cambios en tu situación laboral sin poner en riesgo tu estabilidad financiera.

 

En definitiva, este proceso puede resultar complicado y ser una tarea desalentadora, pero con una planificación y disciplina adecuadas, puedes lograrlo. Evalúa tu situación financiera, establece un plan de ahorro sólido, comprende todos los costes involucrados y asegúrate de obtener la hipoteca que mejor se adapte a tus necesidades. Siguiendo estos pasos, estarás en la dirección correcta para convertirte en un propietario/a de vivienda.

 

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